martes, noviembre 25, 2008

Garfield Por Fernanda Ávila

martes, noviembre 25, 2008

Como toda buena lasaña, Garfield nació en la cocina de un restaurante italiano una noche de invierno de 1977, mientras afuera la nieve caía cual queso parmesano. En el momento de nacer pesaba 2.000 kilogramos -demasiado para un pequeño- y desde el principio mostró una enorme pasión por la comida italiana. El dueño del restaurante, ante la obligación de elegir entre Garfield y cerrar las puertas de su negocio por falta de pasta para cocinar, vendió el gato a una tienda de animales. Garfield pensó que ya estaba condenado a ser un vagabundo el resto de su vida, pero un buen día John Arbuckle se cruzó en su camino.
Tras este afortunado encuentro (para Garfield), la vida ya no fue lo mismo en casa de Jon Arbuckle, un soltero de lo mas aburrido y monótono. Pero la vida era demasiado tranquila para Garfield durmiendo y comiendo todo el día, y un par de meses mas tarde llego Lyman, un antiguo amigo de Jon acompañado de un perrito llamado Odie que arruino la estática y monótona existencia de Garfield.
La vida en casa de Jon, las interminable horas delante de la tele y las "charlas" con el solitario Jon acabaron por convertir a Garfield en un humano dentro de un traje de Gato hasta el punto de que adquirió todo tipo de hábitos mas propios de una persona que de un gato como: ver la tele hasta altas horas, convertirse en un adicto al café, andar sobre dos patas, no poder pasar sin su inseparable osito de peluche (Pooki) o aborrecer sobremanera los lunes.


De acuerdo a las leyes de cinematografía, radio y televisión y código ético de publicidad, son las leyes que hemos estudiado a lo largo del semestre, sabemos que nuestras autoridades han hecho un enorme esfuerzo por que con los límites que imponen se mejore la situación del país. A lo largo de los años se han ido deformando o violando las leyes que al parecer son las más importantes.

Respecto a la caricatura de Garfield hay muchas especulaciones, y en este análisis notamos una deformación de la información. Garfield es sin duda una de las caricaturas que reflejan la cultura norteamericana, y aplicando las leyes del país, corrompe con muchas artículos, entre ellos la de no hacer de un personaje un prototipo para que los adolescentes que en este caso son el público al que va dirigido cambien de ideología.

En cuanto a las leyes de radio y televisión, no hay mucho problema porque la serie de Garfield, siempre estuvo acompañada de sus amigos, utilizaron este medio para disfrazar un poco la mala educación de Garfield, un pequeño adolescente probablemente no note el cambio, sin embargo, se apoyan de otros animales de la granja.

No se violan leyes de cinematografía, las más recientes películas de Garfield las aceptaron en el país, está meramente dirigida a jóvenes. Siendo esta la razón para no corromper reglas de inmoralidad. La mentalidad de un joven es muy fuerte y no es fácil implementar una ideología, por esto, clasificaron las películas A. Sin embargo, los mensajes subliminales que representan son casi imposibles de persuadir para esta categoría.

Por todo lo ya analizado podemos concluir que Garfield irrumpe en leyes de inmoralidad pero de una manera muy sutil, por el simple hecho de hacer críticas al país en donde nació, representan una burla y una manera de vida, una cultura americana. Corrompe con leyes de inmoralidad básicamente. Garfield sin embargo no hace críticas a otros países. Mantiene en margen la crítica solamente a su país.

Finalizando que Garfield es una de las series más importantes para América Latina y para el sector al que va dirigido no implemente ni trata de modificar la ideología, se creó como medio de entretenimiento y su objetivo principal lo está cumpliendo.

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